Moménto a moménto

martes, 7 de septiembre de 2010

Lo mismo (2006)

El diablo se pone su smokin blanco
y se invita a una fiesta en mi nariz
en donde yo bailo en zancos.

Dios se pone su frak dorado y su sonrisa de sol
y se cuela por mi ventana
mientras hago meditación.

El pobre infeliz del diablo
con sus cejas arqueadas y su perfume de alcohol
me apendeja con su hechizo,sus polvos blancos,
y su atractiva y envolvente razón.

Dios con su inexplicable lógica
y su contundente y suave amor
me va despertando con sutiles
y cotidianos detalles,llenos de vida y color.

No se mucho de este tema.
Seguro no tengo razón.
Pero son tan distintos estilos.
Y tan opuestos el valor de sus caminos.
Que me hacen sospechar que dios y el diablo.
Son solo complementarios del cuerpo
de un mismo creador.