Mis palabras son humo
en los oídos de quien me escucha
mis acciones oscuridad
en la mirada de quienes
solo distinguen destellos
tras un velo de alquitrán
y mis oídos no descifran
reproches ni gritos
como los que oyen
sin comprenderse
los que no paran
de quererme explicar
Frente al vacío
abro las alas
y me dispongo
en silencio a volar