.No hay colas de mariguana Ni largas líneas de coca. La droga mas peligrosa es tu desnudez tu boca la humedad de tu entrepierna que irresistiblemente me invoca...provoca. Somos dos buscadores andando distintos caminos que sabemos que al final llegan a un mismo destino ¿Qué nos corresponde ahora? ¿resignarnos al fracaso? o como dos alpinistas trepar dándonos la mano. Yo por lo pronto TE AMO
Dejadme que os recuerde un suceso acaecido en vida de Jesús. Tomó un látigo y entró en el gran templo de Jerusalén.
¿Un látigo en manos de Jesús...? Esto es lo que Buda indica cuando dice: «Una mano que no está herida puede manejar veneno». Sí, Jesús puede manejar un látigo, sin problema; el látigo no puede tener más poder que él. Su conciencia es tal que él permanece alerta.
El gran templo de Jerusalén se había convertido en un lugar de ladrones. Había cambistas dentro del templo y estaban explotando a todo el país. Jesús entró sólo en el templo y dio la vuelta a los mostradores de los cambistas, tirando su dinero y creando tanto alboroto que salieron despavoridos. Ellos eran muchos y Jesús estaba solo, ¡pero tenía tanta furia, tanto fuego! Esto ha sido un problema para los cristianos: ¿Cómo explicarlo?, porque se esfuerzan por decir que Jesús es una paloma, un símbolo de la paz. ¿Cómo va a tener un látigo en la mano? ¿Cómo va a estar tan enfadado, tan furioso, que tirase por el suelo los mostradores de los cambistas y los echara del templo? Debe haber estado hecho una furia porque, de no ser así, como estaba solo, podrían haberle reducido. Su energía debe haber sido una tormenta; ellos no podían afrontarlo. Los sacerdotes y los comerciantes escaparon gritando: «¡Este hombre está loco!»
Los cristianos evitan esta historia. Pero no hace falta evitarla si uno la entiende: ¡Jesús es tan inocente! No está enfadado, es su compasión. No es violento, no es destructivo; es su amor. El látigo en su mano es el látigo en manos del amor, de la compasión.
Un hombre consciente actúa a partir de su conciencia, por tanto no cabe el arrepentimiento; su acción es total. Y una de las bellezas de la acción total es que no crea karma; no crea nada; no deja ningún rastro en ti. Es como escribir en el agua: antes de acabar... ya se ha ido. Ni siquiera es como escribir en la arena, porque eso puede durar unas horas en caso de que no haya viento; es escribir en el agua.
Si puedes estar totalmente alerta, entonces no hay problema. Puedes manejar veneno; entonces el veneno será medicinal. En manos del sabio, el veneno se convierte en medicina; en manos de los necios, incluso la medicina, incluso el néctar, acabará convirtiéndose en veneno. Si funcionas desde la inocencia —no desde el conocimiento sino desde la inocencia del niño—, entonces no te puede ocurrir ningún mal, porque no dejas rastro. Permaneces libre de tus acciones. Vives totalmente y ninguna acción te carga
Osho