Moménto a moménto

martes, 24 de enero de 2012

Orgia de vida

Abrí los ojos y las cortinas cerradas iluminaban dejando pasar apenas esa grosera luz del alba que cada mañana invade mi habitación.A mi lado dos cuerpos de mujer dormían satisfechos con la inocencia de un bebe y placidez descarada.
Baje de la cama y sorteando ceniceros, vasos a medio beber, colillas, bachas de mota,
bolsitas vacías de cocaína y cuerpos de encuerados.Todo como en una obscena pintura iperrealista.
Me dirigí a la cocina con una sed que no me envidiaría ningún desierto.
 De pronto me detuve y las vi. Ella estaba bocabajo con los ojos entreabiertos y completamente en pelotas. Balanceaba sus caderas  con embriagada cachonderia.Tal vez se arrullaba o se masturbaba,da igual.  El mar, un amanecer,la aurora boreal,una sinfonía, las siete maravillas del mundo, nada es mas hermoso que las  nalgas de una mujer ofreciéndose a la mirada de un hombre.
Salí del hipnótico y delicioso trance en el que me atrapo ese paisaje de antojos y continué el zigzagueante camino en busca de un trago de agua.
 Me serví del grifo evitando el liquido del garrafón turbio de polvo de tachas, llene  a tope un vaso de plástico y bebiendo con la tranquilidad de un yogi me paré impúdico con toda mi desnuda desfachatez frente a la enorme ventana que da a la calle. Contemple el camellón de palmeras y arboles que la parte en dos como quien mira un oasis, luego al tiempo que los decentes, los que madrugan, los que siguen las reglas del juego social, los que van a la iglesia lo domingos y se reunen con otros por supuesto siempre con ropa, los que no cogen sino que hacen el amor solo con su pareja.Mientras ellos pasaban presurosos a cumplir con sus labores cotidianas, un rayo de sol se abrió paso entre las nubes  del cielo chilango  mañanero y con la precisión de un francotirador se poso justo en mi rostro perverso, libre, cínico, tranquilo, feliz y desvelado colocando un  irónico antifaz  sobre mi ojos.
Ahí estaba yo,  crudo y sediento parado como una especie de anti-héroe de comic post moderno en medio de esas dos escenas humanas tan opuestas tan contrastantes y al mismo tiempo tan iguales.
Entonces divertido sonreí.
Era un chiste privado entre dios y yo.


(1995)