La noche se puso intima
y me envolvió en su calor
recordaba tus
mejillas nieve fuego
y tus besos y tu amor.
Tus senos redondos
tus muslos de hechizo
me asaltan deseos
que apago con gritos
y lloro canciones
como cuando niño.
Mi cama mojada
lienzo de tu espalda
que relincha y brilla
como una potranca.
tus ojos
mis besos
y la aurora afuera
espiando impaciente.
Sabia que tu cuerpo
rezumaba amor
y nada yo hacía.
Sabia cuan culpables
eramos los dos
y no lo decía.
Hoy la luna creciente
se esconde.
La noche tranquila
se alarga
y el silencio y yo..
llenamos la cama
(De fecha pasada que no recuerdo)
es mi favorita, antes y después de Aristóteles.
ResponderEliminaroops
Aqui está ¿ves?
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