Reconocí el silencio
cuando fui capaz de
escuchar el ruido.
Supe de mi interior
al observarme
en medio del caos
de mi propio exterior.
Supe de la ilusión
y de las proyecciones
de mi mente.
Cuando  abandone
lo que creía de
 mi mismo.
Supe de la
integración
de la unidad
infinita.
Cuando por
un instante
el misterio me obsequio
la experiencia
la revelación de
la disolusión del yo.
Supe y sé
ahora mismo
que saber
no significa nada
que en realidad
no se nada.
Excepto
que aquí y ahora
estoy y soy solo
lo que soy.